El fútbol se reanudó en Old Trafford el 8 de marzo de 1941, pero otra redada alemana el 11 de marzo de 1941 destruyó gran parte del estadio, especialmente el grada principal (ahora la South Stand), lo que obligó a trasladar las operaciones del club a Cornbrook Cold Storage, propiedad del presidente del United James W. Gibson. Más tarde, en junio de ese mismo año, culpó a los medios suecos por su ausencia en la Copa del Mundo.