La partida de Michael Owen en verano de 2012 le brindó a Antonio la oportunidad de heredar la famosa camiseta número 7 de los Rojos, lo que le permitió al ecuatoriano dar un gran salto hacia la popularidad. La tercera temporada que pasó en el Old Trafford fue la más llamativa, ya que una sobreabundancia de asistencias llevó al United hasta el umbral del título número veinte de la liga, y su excelencia personal fue recompensada: arrasó en la entrega de premios de final de temporada del club, donde obtuvo los premios al jugador del año que eligen los aficionados y los jugadores, camiseta del manchester united así como también el premio al mejor gol de la temporada.